VIDEO | Pullaro aprovechó el Día de la Bandera para hacer campaña mientras Rosario sigue sitiada por el narcotráfico

Lejos de asumir responsabilidades concretas por la situación que atraviesa Rosario, el gobernador Maximiliano Pullaro aprovechó el acto oficial del Día de la Bandera para dictar un discurso demagógico y en tono de campaña.
En el tradicional acto a los pies del Monumento a la Bandera, Pullaro y el intendente Pablo Javkin intentaron capitalizar el contexto con ataques al kirchnerismo y al prescindente Javier Milei, sin ofrecer medidas reales ni soluciones estructurales que apunten a transformar la realidad de fondo.
Cada 20 de junio, pueblo, provincia y Nación se unen bajo un mismo cielo y un mismo sol, para conmemorar el Día de nuestra Bandera.
— Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) June 20, 2025
Desde la misma ciudad que fue olvidada por el gobierno nacional anterior, pero que hoy se pone de pie, seguimos exigiendo un federalismo real: que… pic.twitter.com/rQY6Wdsq55
La ceremonia, marcada por la extrema formalidad, contó con la presencia de la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien no se le permitió hablar desde el atril, una decisión atribuida a supuestos pedidos de la Casa Rosada.
Desde el micrófono, Villarruel criticó la ausencia de Milei en Rosario, quien optó por encabezar un acto en la ciudad de Buenos Aires. “No hay otro lugar hoy en Argentina para estar que acá”, lanzó, alimentando la interna oficialista.
Por su parte, Pullaro desplegó un discurso en tono triunfalista, en el que aseguró que Rosario se está "poniendo de pie" tras los episodios de extrema violencia ocurridos en marzo de este año.
En su embestida contra el kirchnerismo, afirmó que la ciudad fue “abandonada y olvidada” por el gobierno anterior, y habló de una supuesta etapa de "pacificación", aunque los hechos diarios lo desmienten: los homicidios y los ataques mafiosos continúan marcando el pulso cotidiano de barrios enteros.
El gobernador fue más allá al afirmar que “esta ciudad tiene menos delito que muchas ciudades de Argentina de similares características”, una frase que contrasta con la percepción generalizada de inseguridad que viven los rosarinos y que pone en duda los parámetros que utiliza su gestión para medir los avances.
Pullaro también prometió una etapa de “reconstrucción” con grandes obras y no dudó en apuntar contra quienes descrean de su plan: “Van a ser los mismos que hace cinco años dijeron que el narcotráfico había vencido”. Lo cierto es que, lejos de una victoria, los poderes narcos siguen disputando el territorio a sangre y fuego, y el Estado provincial sigue sin recuperar el control de zonas claves.
En otro tramo del discurso, el gobernador cambió de blanco y apuntó contra el modelo económico de Javier Milei, al que acusó de favorecer la especulación financiera. Pidió el fin de las retenciones al campo, la limitación de importaciones y más infraestructura para el interior, demandas que resultan contradictorias si se las contrasta con el ajuste brutal que su propio espacio acompaña a nivel nacional.
“Necesitamos energía, gas, electricidad y rutas en condiciones”, reclamó Pullaro, como si esas carencias no fueran también resultado de la falta de inversión y de planificación que afecta a la provincia desde hace años.
Con tono épico cerró pidiendo “una nación soberana y federal”, aunque en su gestión sigue faltando presencia estatal real en los territorios más castigados por el crimen organizado.