Sol III: el edificio sin terminar de 9 de Julio y Suipacha y su oscura historia
Durante tres semanas de fines de 1994 la ciudad de Santa Fe sufrió la peor cara del calor y la oscuridad de su historia. La Empresa Provincial de la Energía (EPE), que por esos tiempos veía como inminente la privatización, tuvo una falla el 20 de noviembre en el cable OF en Suipacha y 9 de Julio que dejó sin electricidad a casi toda la capital provincial.
Entre muchos otros sucesos causados por intermitentes suspensiones en el servicio, largas horas, por casi un mes, ocurrió que la construcción del Edificio Sol III se detuvo para siempre. La EPE, cuyo presidente era Antonio Caro. responsabilizó a la empresa constructora de Eduardo y María Cristina Poux de la destrucción del cable OF por el edificio de once pisos que se estaba levantando en esa esquina céntrica.
#ADELANTO Detuvieron a Mario Daniel Bardina (60) por la causa en la que se investiga la usurpación del edificio de Suipacha y 9 de julio. Fue tras procedimientos en su domicilio y en la obra en construcción donde dos serenos cuidaban los ingresos de los verdaderos dueños pic.twitter.com/C5ds2FMgmr
— Verónica Ensinas (@Veroensinas) February 11, 2021
Después de siete años de litigio, los Poux resultaron absueltos por la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe y demandaron a la EPE por 13 millones de pesos en 2003. Nunca se supo la razón real de cómo el cable OF se salió de servicio. Al ser consultado por UNO Santa Fe sobre en qué quedó esta situación judicial,
Para el 4 de febrero de 2021, Mario Bardina, de 59 años, se presentó como el apoderado legal y dueño del 70 por ciento del inmueble, y convocó a distintos medios para anunciar que después de 27 años, el edificio de 9 de julio y Suipacha, continuará la construcción.
Edificio en decadencia
Durante casi tres décadas, vecinos y comerciantes cercanos al Sol III hicieron numerosos reclamos sobre disturbios dentro de la edificación, usurpaciones ilegales, contaminación por todo tipo de residuos y presencia preocupante de roedores, entre muchos otros problemas.
Si se ingresa hoy al edificio, el olor a orina y mugre se impregna en la ropa que se tenga puesta. Las paredes están tapadas de grafitis hasta el último piso. No hay aberturas, ni piso, ni cielorraso, ni pintura, ni barandas en las escaleras. Solo paredes peladas y picadas. La mayor parte de los caños de agua y gas fueron arrancados. Los baños todavía tienen casi todos los azulejos.
Los vidrios de los techos de los espacios comunes ya no existen. Y los fantasmas de tres ascensores son precipicios sin advertencias. Quedan colchones y retazos de frazadas enredadas entre botellas de gaseosa y lavandina en algunos monoambientes.
Bardina advierte que seguramente aparecerán otros supuestos propietarios pero que eso no le preocupa porque tiene "todos los papeles". Cambió los cercos de obra y explicó que fue a través de un canje con una empresa publicitaria, pero hoy no todas las planchas nuevas tienen cartel. Aseguró que por un trato con dos empresas constructoras, se arrancaría con la reedificación en dos meses. En la Municipalidad de Santa Fe confirmaron al portal web UNO que no hay ninguna solicitud de permiso para la construcción en ese lugar.
La tramoya
El 4 de febrero el abogado Horacio Crespo denunció a Bardina por usurpación del edificio de 9 de Julio y Suipacha. En diálogo con UNO explicó que él adquirió la mitad del edificio en una subasta judicial en 2005. “Más legal no pueden ser los papeles que tenemos porque se hizo todo a través del Poder Judicial”, sostiene Crespo que en coincidencia con Poux cataloga a Bardina como “delincuente”. La investigación la llevan adelante las fiscales María Gabriela Arri y María Lucila Nuzzo.
Desde el Ministerio Público de la Acusación confirmaron a UNO que Bardina fue detenido y que elo espera una audiencia imputativa. También allanaron su vivienda de Saavedra al 1400 donde secuestraron documentación de elementos informáticos, de almacenamiento de datos y teléfonos celulares.
La otra dueña
Liliana Cosentino cuenta que es la dueña del otro 50 por ciento del Sol III y que adquirió la mitad del inmueble en 2009 en una subasta judicial. A UNO, le dijo: “Lo remató el banco Suquía, que es donde compraron también los Crespo. Ese año fui a la subasta, pregunté cómo estaba el expediente y me explicaron que quien compraba lo hacía libre de deudas. No había ningún inconveniente, como abogada ya lo sabía que comprando así se purgan todas las deudas. Fui la mejor oferente y se me adjudicó el inmueble.
“Pagamos estos años absolutamente todos los impuestos que son carísimos: agua, API, TGI. Nunca lo abandonamos, estamos con la posesión efectiva del inmueble, con todo pagado. Estábamos viendo qué íbamos a hacer, si terminarlo nosotros o con alguna empresa pero nos agarró la pandemia. Ahora, sorpresivamente nos encontramos con este hombre que es un usurpador, no tiene ningún elemento. Dice que él le compró a Poux, pero el edificio se subastó”, agregó Cosentino.
Al ser consultados por las escrituras, Crespo respondió que está “todo legal” y Cosentino explicó: “Puedo hacer la escritura ahora o dentro de cinco años, porque la subasta certificada equivale a una escritura. El registro es solo para publicidad para terceros. Por eso el juez notifica que aprobada y pagada la subasta, los impuestos, el registro tome conocimiento que quedó desapoderado Poux, no se puede desconocer que ya no es de Poux”.
La dirección
Al ser consultados Bardina, Crespo y Cosentino sobre cuál es la dirección real y legal del edificio el primero dijo que no la sabía, el segundo que al no estar terminado el edificio no tenía nominación catastral y la tercera que no podía decirlo. UNO Santa Fe pudo conocer que la dirección es Suipacha 2792.
Desde el Servicio de Catastro e Información Territorial de la provincia de Santa Fe confirmaron a este medio que el inmueble figura hasta hoy a nombre de Eduardo Poux, con la aclaración “construido sin habilitación parcial. Inmueble con mejoras detectadas y no declaradas. Debe ser regularizada”.
El prontuario de Bardina
El supuesto dueño del edificio, estuvo preso varias veces por diferentes delitos durante las últimas dos décadas. En 2001 fue uno de los protagonistas del primer fallo condenatorio dictado en el país por evasión fiscal. Según informaron ese año los diarios La Capital y La Nación, estuvo detenido en la cárcel de Las Flores desde 1999 hasta que el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces José Escobar Cello, Rodolfo Hintermeister y Ramiro Puyol, lo declaró culpable y lo condenó a cinco años de prisión por los delitos de evasión simple y evasión agravada por la utilización de interpósitas personas.
Bardina y Héctor Huguenet, el otro condenado, eran operadores en el mercado comercializador de granos y habían efectuado diversas ventas de cereales entre 1994 y 1998, pero no las ingresaban al fisco en concepto de IVA. Se calculó que evadieron casi dos millones de dólares en esa época. Hasta ese momento Bardina se había destacado como un importante corredor de cereales y se lo conocía en el ambiente como un “hábil negociador”. Salió en libertad condicional en 2002 y cumplió esa condena.
En 2009 la Justicia lo procesó, lo detuvo y luego condenó por el delito de “privación de la libertad coaccionante”, es decir: secuestro, en los casos de los empresarios Salvador Marcelo Boscarino y Jorge Saccone. Después apeló, hubo idas y vueltas judiciales que en el medio lo liberaron, en 2016 le dieron 11 años de prisión y en 2018 la Cámara de Apelaciones confirmó la condena. También tuvo varias denuncias por usurpación y estafas de las que salió siempre ileso y en algunas fue sobreseído. El abogado Daniel Bocco, que fue su defensor, lo denunció en 2009 por “amenaza de muerte”.