Pullaro cierra listas con un objetivo claro: perpetuar su poder en la provincia

Maximiliano Pullaro afrontó su primer cierre electoral como gobernador de Santa Fe con una estrategia evidente: rodearse de figuras alineadas con su agenda de gestión y evitar el perfil político tradicional. Sin embargo, detrás de su armado subyace un objetivo mayor: allanar el camino para la reforma constitucional que le permita su propia reelección.
El proceso no estuvo exento de tensiones y maniobras internas. Aunque en la coalición Unidos para Cambiar Santa Fe no hubo grandes disputas públicas, sí se registraron amagues y enojos que Pullaro logró contener, asegurándose el control absoluto del armado.
El peronismo dividido, la derecha dividida, el radicalismo unido. Escenario ideal para Pullaro en las elecciones para convencionales
— Ignacio (@Ignaciocrespo97) February 8, 2025
La vicegobernadora Gisela Scaglia y la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García, fueron marginadas de la lista de convencionales constituyentes, a pesar de su peso político. En su lugar, el gobernador impuso nombres de su confianza, como la diputada Germana Figueroa Casas y la legisladora provincial Lionella Cattalini, ambas seleccionadas por razones estratégicas más que por mérito propio.
Figueroa Casas, sin mayor reconocimiento público, fue impulsada por Scaglia y avalada por Mauricio Macri. Su perfil técnico y su bajo perfil mediático encajan con la idea de Pullaro de evitar que las figuras políticas opaquen su liderazgo.
Cattalini, en tanto, se ha centrado en temas de seguridad y justicia, áreas clave para el gobernador. La inclusión de Lucía Masneri, responsable del control en las cárceles y una de las funcionarias más cercanas al mandatario, refuerza la idea de que Pullaro busca consolidar un círculo de incondicionales.
El discurso oficial del Gobierno provincial habla de achicamiento del Estado, seguridad, justicia, responsabilidad fiscal y lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, la realidad es que cada movimiento de Pullaro apunta a consolidar su dominio y avanzar en una reforma constitucional que lo beneficie directamente.
Con un clima de creciente rechazo a la política tradicional, el gobernador intenta mostrarse como un gestor eficiente, pero su jugada deja en claro que su prioridad no es solo la gestión, sino también su propio futuro político.