Opinión
Panorama político provincial

Las elecciones nacionales y el gabinete de Miguel Lifschitz

Miguel Lifschitz, gobernador electo de Santa Fe. (Dibujo: NOVA)

Por Darío H. Schueri, especial para NOVA

El ecosistema político santafesino columpia entre las elecciones nacionales del 24 de octubre y las estrategias partidarias para cambiar o consolidar el resultado del pasado 9, y el armado del gabinete de gobierno del insoldable gobernador electo de Santa Fe, Miguel Lifschitz.

A tres meses y veinte días de jurar como gobernador, el más elemental razonamiento de la lógica política nos lleva a colegir que Lifschitz ya tiene “in pectore” por lo menos la mitad del gabinete con sus respectivos nombres, cuyos destinatarios quizás no lo sepan. O sí.

“Primero hay que definir los objetivos y prioridades y después trabajar sobre las personas más idóneas para llevarlos a cabo”, evade Lifschitz cuando alguien intenta sonsacarle algún nombre para el futuro cuerpo ministerial. Pero hay otra etapa previa a las personas: la distribución ministerial dentro del FPCyS, llámese socios radicales y tropa propia.

A nadie escapa que la Seguridad es prioridad de Perogrullo (salvo para los delincuentes) para cualquiera que hubiera ganado las elecciones. Lo que se dice un verdadero desafío.

Lifschitz ya adelantó que quiere en reemplazo de Raúl Lamberto un hombre que conozca el manejo – y las mañas – de la compleja e intrigante Fuerza policial, pero con fuerte presencia política, que esté dispuesto a recibir golpes, pero también con capacidad de devolverlos.

Primera gran definición política: ¿el Ministerio de Seguridad será para el radicalismo?; si así fuere, ¿qué sector (NEO, M.A.R. Universidad) lo ocupará? El actual y relevante secretario de Seguridad Gerardo Chaumont dejaría sus funciones junto a Lamberto el 10 de Diciembre.

El gobernador electo quiere “meter mano” de manera impactante en Obras y Servicios Públicos; en una charla con empresarios en ADE habló de destinar 4.000 millones de pesos por cada año de gestión y triplicar el presupuesto de Vialidad “re direccionando partidas”, por lo cual no sería descabellado pensar en una conjunción de áreas en una sola, que bien podría alumbrar un nuevo Ministerio de Planificación. Allí por “defecto de profesión (Lifschitz es ingeniero civil) se reservaría para sí el titular.

El Ministerio de la Producción, y después de la fructífera reunión mantenida por Lifschitz este jueves con el Foro Industrial Regional, y las que sostendrá en breve con las entidades agropecuarias, será otro de los ejes de gestión reservado para su control con tropa propia.

Naturalmente, los Ministros de Gobierno y Hacienda quedarán bajo su órbita, tal como indican los manuales de política; mientras que en Educación la actual ministra socialista Claudia Balagué es muy probable que siga en su cargo, constituyéndose quizás en la única ministra socialista en funciones a jurar el 10 de diciembre.

Lo cierto es que junto con el Ministerio de Seguridad al ingeniero Lifschitz lo irrita la excesiva laxitud con la que se maneja la justicia santafesina dentro de las facultades que le otorga el nuevo Código Procesal Penal que por lo visto permite abusos por parte de los fiscales que crispan los nervios de la impaciente población.

Lifschitz quiere que su ministro de Justicia baje línea política al jefe de los fiscales para evitar excesos de liviandad en el otorgamiento de libertades; hecho que ya enfrentó al Senador radical Lisandro Enrico con el garantista defensor general Gabriel Ganón por los procedimientos por averiguación de antecedentes por parte de la policía, junto a las prisiones preventivas y excarcelaciones.

Ganón vuelve locos a los abogados de Jefatura quienes se cansan de contestar pedidos colectivos de hábeas corpus.

El gobernador entrante no tendría problemas en ofrecerles a los socios mayoritarios esa cartera. Lo mismo que Trabajo y Cultura.

“Todo es conversable, nada es rígido, pero aún no hubo ninguna reunión al respecto”, opinó el referente de uno de los sectores radicales que se sentarán a la mesa de negociaciones, en torno, de la cual, dicho sea de paso, también quieren la presencia del actual ministro Galassi.

Los tres sub sectores radicales que formarán parte “del gobierno más frentista del 2007 a la fecha”, mientras se recelan mutuamente sabedores de soterradas conversaciones, afilan sus puntas de lanza para el venidero mes de Septiembre en que comenzará formalmente la “extensa y fatigosa” ronda de negociaciones, que definirá la impronta del gobierno de la tercera etapa frentista al timón del gobierno provincial, que comenzará con un significativo cambio de gobierno nacional que, sea quien fuere el futuro Presidente significará el fin de un ciclo que perduró más de una década en el poder: el del kirchner-cristinismo.

La acuciante situación económica nacional prevista para el año que viene, junto al fenómeno climático de El Niño no darán lugar para distracciones.

Con un pié en el gabinete y otro en las elecciones

Mientras aguardan el llamado de Lifschitz, los tres sub sectores radicales enfilaron hacia Capital Federal para conocer de primera mano cuáles serán las movidas del Partido dentro de Cambiemos y sus intrincados socios del PRO. Ernesto Sanz los tranquilizó – a medias – asegurándoles que los compromisos contraídos al fundar la coalición se respetarán, al menos de parte de ellos.

Este martes 25 la cúpula radical nacional se reunirá con Mauricio Macri para definir posiciones; y allí Sanz les dirá a sus aliados que si quieren que el radicalismo santafesino milite la boleta de Macri (sesgada en el cuerpo de parlamentarios del Mercosur para incorporar el tríptico encabezado por Hermes Binner) deberán garantizarle que nadie del PRO deberá criticar al FPCyS (ergo el gobierno de Bonfatti).

“Caso contrario nos podemos tomar unas vacaciones hasta el 25 de octubre”, disparó uno de los radicales santafesinos interlocutores de Sanz en la Casa Radical.

Casi de manera paralela, el radicalismo santafesino tomará un café con el buró socialista para aunar criterios, porque si el macrismo acepta bajar el perfil para con el socialismo, éstos deberán corresponderle de igual manera. Aunque el áspero cruce en el gobernador Bonfatti y Carlos Reutemann por las inundaciones no fue un inicio muy auspicioso que digamos para futuros entendimientos.

Los socialistas ya dijeron que el 25 de octubre votarán a Margarita Stolbizer. Después se verá.

De todos modos, hay importantes negociaciones que necesitan de seguridades jurídicas, habida cuenta de que la certeza de las necesidades políticas existen.

El PRO ya fijó su línea de campaña

Bajo la supervisión nacional del jefe de Gobierno porteño electo Horacio Rodríguez Larreta, quien coordinará las campañas de Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba y Mendoza, y la jefatura de campaña provincial del diputado Federico Angelini, el sábado en la muestra rural de Rafaela y domingo en su similar de Reconquista, Reutemann y Miguel Torres del Sel caminaron sonrientes.

Oportunamente complacidos entre las multitudes chacareras y urbanas, recolectaron el cariño de la gente que deberán transformarse en votos para Macri, y por extensión de la boleta sábana, hacia el predestinado “Lole”.

La hoja de ruta de campaña del PRO indica que en Santa Fe el eje será Reutemann – Del Sel – Anita Martínez, quien centralizará su accionar en Rosario; mientras el actual candidato a senador nacional y el ex a gobernador “patearán la cañada” en el interior.

Si el radicalismo, después de la cumbre del martes, decide salir a militar la boleta de Macri sin Reutemann (“a Macri le hacemos ganar la Provincia”, sostienen con aire de suficiencia), se entiende la necesidad del actual Senador por invertir en algo más que los pocos tanques de nafta que gastó para las Paso. Ni hablar si llegaren a prosperar otras negociaciones de súper estructuras.

Massa con nuevo equipo en Santa Fe

El ex candidato a intendente de Rosario y actual primer candidato a diputado nacional Alejandro Grandinetti es el nuevo coordinar de la campaña “Massa Presidente” en la Provincia de Santa Fe.

Grandinetti deberá esmerarse por trabajar fuertemente hasta el 25 de octubre en el Centro-Norte provincial para ocupar el espacio dejado vacante por Oscar “Cachi” Martínez quien aparentemente habría desistido de seguir siendo el referente del ahora candidato a Presidente en la Provincia.

Mientras tanto, el peronista Omar Perotti sigue recibiendo entusiastas armados de agrupaciones partidarias para encumbrar la candidatura de Daniel Scioli, que le permitirá fraguar el voto peronista, e ir en búsqueda de las 850 mil voluntades independientes que el domingo 9 de agosto se quedaron en casa. Macri y Massa también van tras el mismo objetivo.

A todo esto, el máximo tribunal federal electoral del país dictó una Acordada manifestando la necesidad de modificaciones al régimen electoral haciendo hincapié en el sistema de boletas de votación, cuya necesidad de modificación calificó de “imperiosa”.

Germina la idea de la Boleta Única utilizada en Santa Fe y Córdoba y, porque no, el voto electrónico de CABA y Salta. Pero habrá que esperar hasta las intermedias del 2017 para experimentarlo.

La señora Presidenta marcó una fuerte impronta de campaña el jueves cuando, además de seguir “bancando” a su jefe de Gabinete Aníbal Fernández, amplió las críticas del macrismo hacia Scioli “a todo el Frente para la Victoria”. También le pintó la línea de cal a la cancha de Scioli.

Todo por venir. Lo que no faltará será suspenso.

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