La despedida de una figura entrañable: falleció Gloria Zilli, madre de Gabriel Batistuta

La ciudad de Reconquista llora la partida de Gloria Zilli, madre del histórico goleador de la Selección Argentina, Gabriel Omar Batistuta. Este miércoles se confirmó la noticia de su fallecimiento, dejando un profundo vacío no solo en su familia, sino también en las instituciones sociales y comunitarias que marcaron su recorrido de vida.
Zilli no fue únicamente la madre del "Batigol"; su nombre resonó por décadas en su ciudad natal gracias a su incansable labor solidaria. Integrante activa del grupo de voluntarias del Hospital Central de Reconquista, formó parte de un reducido grupo de mujeres que brindaron apoyo desinteresado a cientos de santafesinos. “Mi vieja es de las que no piden ni molestan, hace todo en silencio”, confesó en su momento Batistuta al describir la fortaleza y humildad de su madre.
La caridad fue una constante en la vida de Gloria Zilli. Junto a su hijo, organizó eventos como el recordado torneo de golf que recaudó fondos para el hospital local. Esta labor, muchas veces realizada en segundo plano, recibió el reconocimiento de la comunidad y de instituciones como la Sociedad Rural de Reconquista, que destacó su apoyo durante los años en los que su esposo, Osmar Batistuta, estuvo al frente de la entidad ruralista.
A pesar del reconocimiento que podría haber implicado ser madre de uno de los máximos ídolos del fútbol argentino, Gloria siempre mantuvo un bajo perfil. Incluso en los momentos de mayor exposición mediática, nunca dejó de mostrar una actitud comprensiva y amable hacia la prensa y quienes la rodeaban.
Sus últimos días transcurrieron en una clínica privada de Reconquista, donde recibió atención que su hijo Gabriel agradeció públicamente en un sentido mensaje: “El profesionalismo y dedicación del personal nos dieron paz en estos momentos críticos”.
Gloria Zilli falleció a los 75 años. Sus restos serán velados en Reconquista y luego cremados, en un último adiós que une a familiares, amigos y vecinos de la ciudad que tanto amó.
Su legado, hecho de bondad y servicio, permanecerá en la memoria de quienes compartieron su camino y en el corazón de su comunidad.