La Provincia liquida su flota vieja para comprar helicópteros nuevos
El Gobierno de Santa Fe anunció la subasta de tres helicópteros fuera de servicio con el objetivo de financiar parcialmente la compra de nuevas aeronaves. Aunque la medida fue presentada como parte de un plan de modernización de la flota aérea provincial, surgen dudas sobre la conveniencia de desprenderse de recursos estratégicos, en lugar de optar por su recuperación o aprovechamiento alternativo.
La decisión incluye la venta de dos Bolkow BO 105, pertenecientes a la Policía, y un Bell 429, que si bien requiere mantenimiento por sus más de 3.000 horas de vuelo, sigue siendo una unidad operativa en muchas jurisdicciones del país. A cambio, el gobierno santafesino planea adquirir un helicóptero Robinson nuevo para uso policial y ya avanzó con la compra de un Augusta AW109 Trekker, una aeronave moderna que cumplirá funciones institucionales y de emergencia.
Desde la administración se argumenta que el cambio representa una optimización de recursos y un salto cualitativo en materia operativa. Sin embargo, especialistas advierten que vender helicópteros usados, incluso si están inactivos, podría ser una solución de corto plazo que deja sin respaldo a la provincia en situaciones imprevistas.
Además, la venta de patrimonio público para financiar adquisiciones es una señal que puede preocupar en términos de sostenibilidad financiera: ¿se está renovando la flota o simplemente rotándola sin planificación estructural?
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