Lo trágico de esto, es que, con una inflación del 2 por ciento, Pullaro decide aplicar este ajuste brutal sobre una ciudad y provincia deprimida económicamente, con fuertes bajas anuales en todos los sesgos. Y por si esto fuera poco, con los jubilados cobrando dos meses después los aumentos otorgados a los activos y estos últimos, con fuertes aportes jubilatorios en un contexto de crisis.

Esto evidencia un interés desmesurado por tener poderosas cajas fiscales que tienen como destino según puede verse, numerosos festivales populares auspiciados por la Secretaria de Turismo y el Ministerio de la Producción, que -a fuerza de los números que muestran ya algunas encuestas- tratan desesperadamente de hacer un “make up” sobre una pasmosa realidad.

Contrario a toda idea de mejorar la economía y subsidiar el consumo, el patético gobierno del frente “Unidos”, enfrenta por estas horas un cóctel de internismo, cargos, peleas por los cargos, manejos de partidas, mientras que la justicia federal descubre que, uno de los zares de la droga de Entre Ríos, guardaba todo en un depósito en Santa fe.

La Iglesia y el Arzobispado local han puesto su atención y mira en este proceso. El último mensaje de Monseñor ha sido lapidario y tajante en todos sus términos. Se está en un tobogán cuyo final puede ser destructivo a todas vistas.

Todo es cuestión de esperar…