Judiciales y Policiales
Bochornoso

Escándalo judicial en el caso Oldani: condenaron a un relacionista público con un video apócrifo

Se trata de Andrés Kaipl, a quien se le atribuía haber realizado tareas de inteligencia previas al crimen en la galería donde mataron a Hugo Oldani.

Un escándalo sacude a la Justicia de Santa Fe, luego de que se condenara con un video apócrifo a un relacionista público en el caso Oldani. Se trata de Andrés Kaipl, a quien se le atribuía haber realizado tareas de inteligencia previas al crimen en la galería donde mataron a Hugo Oldani. El nuevo fallo habilitó a realizar un riguroso examen de registro fílmico para contrastar con el que utilizó la Fiscalía para ligarlo al hecho criminal.

Cabe recordar que la fiscal de la causa la doctora Cristina Ferraro, sus colaboradores y familiares del fallecido Oldani fueron procesados ante la circunstancia de instar una causa con móvil de robo seguido de homicidio pero luego la justicia santafecina accedió a un video donde se ve al equipo de Ministerio Público Fiscal dirigidos por la fiscal Ferraro y a familiares retirar bolsos con sumas millonarias sospechosas, injustificadas y atribuibles a cajas de la política quedando expuesto que tal robo no existió.

Ante las pruebas irrefutables presentadas por la defensa de Andres Kaipl, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Santa Fe, dictaminó realizar una nueva pericia sobre uno de los videos que Fiscalía utilizó para acusarlo de ser el ideólogo del crimen.

Kaipl fue condenado inicialmente a 22 años de prisión como “participe secundario” del hecho, pero luego tras un sugestivo fallo de la Cámara fue declarado “partícipe necesario” y se le impuso la prisión perpetua por el intento de robo seguido de muerte del comerciante santafesino.

Recientemente, un tribunal conformado por los jueces Matías DrivetCarlos Damián Renna y la conjueza Sandra Arredondo, autorizó que se realice una nueva pericia sobre uno de los videos que el fiscal Gonzalo Iglesias utilizó para acusar a Kaipl de ser quien, horas antes del homicidio, pasó por el local Turismo Oldani S.R.L. y presuntamente sacó fotos.

Según trascendió el Ministerio Público Fiscal no utilizó las herramientas profesionales forenses (prueba antropométrica) para identificar en forma audiovisual al acusado, sino que lo realizó con una aplicación doméstica que se puede encontrar en forma gratuita de internet.

Sin lugar a duda la idea fue que no se pudiera observar el tatuaje que quien si aparece en la pieza fílmica si tiene en su brazo y que, claramente, no apareció en el brazo del relacionista público.

El video muestra con escasa claridad el momento en que el asesino de Oldani escapó de la galería Rivadavia.

Tal pedido fue efectuado por la defensa de Kaipl, a cargo del reconocido penalista Gustavo Abraham, que pretende exculpar a su cliente de los cargos que le fueron atribuidos durante la causa que tuvo en su inicio a la fiscal Cristina Ferraro y que después pasó a manos del fiscal Iglesias, quien llevó a juicio al relacionista público y al chofer que trasladó a la banda, Juan Manuel Ruffino.

Para el abogado santafesino, Kaipl no participó de la tarea de inteligencia al local de Oldani en la mañana previa al crimen, ya que ese día, tal como lo dijo su cliente en el juicio, se encontraba en un bar de la zona del Puerto de Santa Fe. Justamente, por esa razón, su teléfono impactó en la zona donde funcionaba el local de Oldani.

El video a revisar captó el momento en que un hombre entró a la galería Rivadavia desde calle La Rioja al 2400 y fue captado por una cámara cuando pasó por el local de Oldani a las 11.09.17 del día 11 de febrero del 2020.

La Fiscalía sostiene que Andrés Kaipl estuvo en la galería la mañana del crimen de Hugo Oldani.

Para la Fiscalía, aquel hombre era Kaipl, ya que según la declaración de Brian Damiani (el "campana" de la banda que fue condenado a 12 años de prisión) ese día el relacionista público lo buscó en su Fiat Palio gris y juntos fueron a reunirse con el “cerebro” del robo que les dijo donde tenían que dar el golpe delictivo. Un rato después, Kaipl entró a la galería y tomó las fotos del frente del local a modo de “inteligencia previa”.

En el caso de Damiani, imputado colaborador, siendo una persona de bajos recursos se investiga como pudo solventar los honorarios de su defensor, el doctor Ignacio Alfonso, o si es cierto que fueron costeados por "la política" para embarrar la cancha.  La defensa de Kaipl niega en forma rotunda que su cliente haya sido el que aparece en el video y hasta deja entrever que quien pudo haber pasado por el local era el propio Damiani el hombre del tatuaje.

“De confirmarse que en realidad quien se encontraba filmando es Damiani y no Kaipl quedaría demostrada la mendacidad absoluta de los dichos del primero que involucran en la causa a mi defendido de manera injusta tal ya se sostuviera”, supo sostener Abraham en el escrito que presentó ante la Cámara de Apelaciones.

Antecedente revelador: Para solicitar la pericia, la defensa de Kaipl se amparó además en el sobreseimiento que dictó en abril de este año el Juzgado Federal número 2 de Santa Fe a los policías Walter Barco y Hernán Galán que fueron "confundidos" como quienes participaron del procedimiento que permitió a la familia de Oldani retirar dinero y documental que había dentro del local en donde era vox polupi que funcionó, además de la empresa de turismo, una cueva financiera ligada a quien en ese momento era titular del Ministerio de Seguridad Maximiliano Pullaro y varias personalidades de la política santafecina.

En relación a ello, como si a esta causa le faltaran rarezas, el asesino de Oldani apareció muerto supuestamente por suicidio.

Los videos, las antenas y una duda ¿estuvo Kaipl en la galería horas antes del crimen o fue puesto a dedo por la fiscalía? Abraham apuntó a la declaración que hicieron durante el juicio por el homicidio de Oldani, los testigos Osvaldo Rossi y Walter Gamboa (del área digital del Organismo de Investigaciones) el 10 de marzo del 2023, cuando explicaron sus análisis sobre las cámaras de seguridad de la galería. En su paso por la sala, Gamboa presentó un informe sobre los sugestivos registros fílmicos y no una pericia antropométrica, por lo que -entiende el abogado defensor- no tuvo ningún “rigor técnico ni científico” sobre si la persona que aparece en el video era Kaipl.

Abraham, por último, argumentó que el testigo Rossi declaró que observó un tatuaje en el antebrazo izquierdo del hombre que aparece en el video (un rosario que iba del brazo a la muñeca) pero el brazo izquierdo de Kaipl no presentaba para ese entonces ningún tatuaje en su brazo izquierdo.

Sin lugar a dudas, el caso Oldani se transformó en un escándalo sin precedentes que comenzó a salpicar a la justicia de Santa Fe y solo parece ser la punta del iceberg de lo que se trataría de la connivencia entre la policía, las fiscalías y todo el arco político de la provincia en el armado de causas con acusados digitados.

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