Esta historia comenzó el 18 de enero de 2021 cuando Manuel nació en el sanatorio de la calle Alvear de Rosario, en la provincia de Santa Fe, y el bebé comenzó con problemas gastrointestinales, por una obstrucción en el duodeno.

La salud de Manuel no mejoraba y la madre advirtió que le daban unos antibióticos que le ocasionaban al bebé más vómitos, por lo que manifestó su malestar a los médicos.

Así fue que el jefe de neonatología del Sanatorio, Jorge Morgante, denunció a Mariana ante la justicia, a la que calificó como una madre peligrosa.

La jueza María Paula Mangani dispuso entonces la desvinculación del bebé con su madre y Manuel permaneció siete meses internado, hasta que el 25 de agosto de 2021 se lo dieron a una familia sustituta luego de la intervención de la Dirección Provincial de Niñez.

Mariana, junto a su abogado, Federico Ducler, comenzaron a pedir la revinculación y el retorno de Manuel a su progenitora en una causa por retención ilegal de un menor.

Mariana, en diálogo con NOVA, dijo que “para cubrir la mala praxis de los médicos, la justicia me trata de loca y me separó de mi bebé”.

El juzgado de Familia dispuso unas pericias psiquiátricas y los profesionales oficiales indicaron que Mariana era una delirante por no aceptar decisiones de la ciencia médica.

Sin embargo, psiquiatras y psicólogos de parte analizaron a Mariana con varios estudios y consideraron que se encontraba apta para ejercer la maternidad sin ningún tipo de inconvenientes.

Con ese informe, la justicia de Rosario dispuso que desde el Ministerio de Salud provincial se realice una junta médica para cotejar los dos puntos de vista y resolver.

“El tiempo pasa y nunca le ponen fecha a la junta. Mientras tanto no puedo revincularme con Manuel y recuperarlo”, explicó Mariana.

Mariana es madre de seis hijos y dijo haber detectado varias prácticas médicas irregulares que aplicaron con su bebé. “Quiero que me devuelvan a Manuel y que definan de inmediato la fecha de la Junta Médica, así se destraba esta grave situación”, añadió.

La mujer contó que solo pudo ver a su hijo tres veces durante tres martes, una hora cada día, entre mayo y junio pasado, hasta que, sin saber el motivo, la justicia discontinuó esas visitas.