Por Darío H. Schueri, especial para NOVA desde Santa Fe
Mientras el gobierno nacional pareciera que está jugando políticamente a la oca, avanzando un casillero y retrocediendo dos (en definitiva, los resultados se conocen cuando terminan los juegos), la intervención política de la provincia de Santa Fe en el "caso SanCor" y el conflicto gremial docente estaría dando buenos resultados.
La Confederación General Económica, en la persona del santafesino Miguel Peralta, coordinador de la presidencia que ejerce el cordobés Oscar Gentilli, insiste en la necesidad de un acuerdo productivo nacional en el que participen representantes del gobierno, de las fuerzas productivas y las organizaciones de los trabajadores para abordar la inflación, tipo de cambio, empleo, productividad y modernización productiva, como así también una reforma impositiva y pacto fiscal.
Lifschitz y los docentes
Miguel Lifschitz adoptó la estrategia de acorralar a los gremios docentes que siguen ratificando medidas de fuerza en plenas negociones, anunciándoles este lunes una oferta superadora solamente a UPCN y ATE (¿22,5 % más cláusula gatillo?) que no decretaron paros. Si los dos sindicatos que representan a los empleados estatales aceptaran, la gremial docente estaría en apuros.
AMSAFE está dentro de un juego de pinzas muy delicado: por un lado, la decisión de "las bases" (que llegado el caso pueden ser influenciables por los delegados gremiales) y sobre manera la presencia de la extitular del sindicato santafesino Sonia Alesso como líder de CETERA. Toda medida de fuerza que el gremio nacional lleve adelante debe ser correspondido en el terruño de Alesso por AMSAFE (aunque los maestros santafesinos tengan un sueldo superador a otras jurisdicciones) para no perder autoridad y poder nacional.
Sergio Romero, de UDA, desvía el foco hacia la paritaria nacional: "Es necesario que las máximas autoridades del país comprendan que este tipo de políticas solamente conducen a conflictos que no aportan más que incertidumbre y angustia a toda la sociedad y particularmente a un millón doscientos mil docentes que solamente pretendemos mantener nuestro poder adquisitivo", acusa.
El radicalismo camino a un delicado debate
Lo mismo le sucede a José Corral con la Unión Cívica Radical que llevará a cabo su Convención provincial el miércoles 29 de marzo (la nacional se postergó para fines de abril).
Hace una semana inferíamos que, tras un fragoroso inicio, era probable que la reunión del máximo órgano partidario culmine con un documento que será un verdadero estatuto de arte literario.
Dicho en otras palabras, cómo meter el barquito en la botella: el radicalismo santafesino ostenta a Corral como presidente del partido nacional y a Lilia Puig de Stubrin presidente de la Convención nacional. Ambos partícipes de la alianza Cambiemos. Nada menos. Pero forma parte desde hace dos décadas del FPCyS, opositor de Cambiemos.
La sigla Cambiemos no podrá ser utilizada para la contienda provincial; pero tampoco el FPCyS para las listas de candidatos a diputados nacionales. ¿Cómo zanjar esa dicotomía que va más allá de lo formal, sino que forma parte de la quintaesencia del radicalismo santafesino? Con listas que lleven otros nombres.
Corral jugó de corajudo al desafiar diciendo que "en el radicalismo la pertenencia a Cambiemos es casi unánime", basado en el axioma de que ante el espanto K, los radicales trabajarán para la lista de Cambiemos. Pero no es menos cierto que si los radicales NEO decidieron llamar a la Convención provincial antes que la nacional (el presidente Rodrigo Borla es de ese sector) es porque contaron los porotos y saben que no habrá ni vencedores ni vencidos.
La cuestión será cómo introducir en el documento final de la Convención la expresión "el radicalismo santafesino ratifica su alineamiento con el FPCyS", cuando un mes más tarde el radicalismo nacional expresará su adhesión a Cambiemos.
Seguramente los radicales NEO que no jugarán en la elección nacional con Cambiemos porque adhieren sin fisuras al FPCyS, pedirán a la Convención la libertad de acción para integrar la lista del oficialismo provincial junto al socialismo, aguardando, ansiosos, la pelea de fondo Corral - Bonfatti.
SanCor no se venderá
La decidida participación del gobernador Miguel Lifschitz y su ministro de la Producción Luis Contigiani, garantizándoles a los directivos de SanCor que lo visitaron la semana pasada que la Provincia hará lo suyo si Nación se compromete a jugar en serio para que la cooperativa no pase a manos privadas (como iba a ocurrir en el año 2006 en la alianza con Adecoagro del Grupo Soros) permite abrigar firmes esperanzas de que SanCor seguirá siendo una cooperativa de productores de leche como desde hace ocho décadas.
Es así como el gobierno nacional habría acordado con SanCor acompañarlos con una importante suma de dinero para hacer frente a los compromisos inmediatos (proveedores, tamberos) y negociar con el fondo de inversión BAF (que tiene en su haber las mayores acreencias financieras de SanCor) para refinanciaciones "en condiciones justas".
El aspecto gremial no quedará excluido en el devenir de SanCor, enmarcado en las decisiones políticas del gobierno de Mauricio Macri, que intentará "poner en caja" a todo el gremialismo argentino; sobremanera después de lo ocurrido con la marcha y las disparadas de hace una semana.
Hoy, la principal preocupación del Consejo de Administración de SanCor (que se reunirá en plenario general este lunes para comunicar las gestiones realizadas en Buenos Aires y definir las líneas a seguir) es evitar que continúe el éxodo de tamberos (socios) hacia otras empresas.
Los productores se marchan por la incertidumbre que tienen sobre el devenir de "su" empresa, que evidentemente falla en la comunicación hacia las bases. Esos tamberos cobraron de "su empresa" la producción de enero en cuatro tandas de cheques que comienzan a efectivizarse este viernes (y así sucesivamente cada siete días), pero que ya fueron "revoleados".
Naturalmente que el apoyo nacional está íntimamente ligado a la "reestructuración" de la empresa: cierre de plantas y disminución de personal. El gobierno nacional ayudaría con las indemnizaciones.
Los dos países
Mientras la central obrera se movilizaba en Capital Federal en contra de la política económica que, aseguran los sindicalistas expulsó doscientos mil empleos (mientras el gobierno refuta diciendo que se crearon cien mil), en un campo de San Nicolás, a la vera de la autopista Rosario - Buenos Aires quedaba inaugurada la 11ª muestra Expoagro con 382 stands (114 más que el año pasado que ocuparon una mayor superficie) pletórica de esperanzas.
El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, estuvo presente en la inauguración de la feria junto al ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile, y posteriormente acompañado por el ex- gobernador y actual diputado nacional, Hermes Binner, y el ministro de la Producción Luis Contigiani en la apertura del stand provincial.
Lifschitz acordó que "esta muestra refleja la recuperación y el potencial del sector agropecuario, que es el sector más dinámico de la economía; a la industria le cuesta mucho más recuperarse". El gobernador hizo notar que "esto es muy importante para Santa Fe porque es dependiente del sector agropecuario y cuando al campo le va bien a Santa Fe le va bien; pero no debemos olvidar que no todo es campo, que hay otros sectores de la industria, del comercio, economías regionales, un sector lácteo muy complicado que necesitan de nuestro apoyo porque son lo que tienen menos competitividad y menos capacidad de respuesta".
El ministro de la Producción Luis Contigiani se refirió a la reciente ley de creación del Fondo de Inversión y Desarrollo de la Provincia de Santa Fe destacando que "es una de las decisiones más importantes del 2017, porque más allá de la asistencia a los tamberos, a los productores en emergencia, lo que se creó por ley y ahora por el decreto reglamentario es un fondo de cuenta especial de desarrollo e inversión, una mini estructura que le permitirá a Santa Fe recuperar las facultades financieras de prestar y cobrar al campo, a la pequeña industria, al comercio que desde hace más de 20 años no teníamos".
El año electoral golpea fuerte en las decisiones gubernamentales como nunca antes ocurriera. Macri compelido a no ser atropellado por la realidad económica, y Miguel Lifschitz disputa, a su manera, el liderazgo santafesino.