Este miércoles, el Puente Carretero Santa Fe - Santo Tomé será escenario de un nuevo corte de tránsito, una situación que incrementa la angustia de los residentes y comerciantes locales. La interrupción, prevista entre las 9 y las 19 horas, permitirá únicamente el paso de motos, bicicletas y peatones, mientras que colectivos, remises, taxis, patrulleros, ambulancias y vehículos con carnet de discapacidad deberán desviar unos 25 kilómetros para llegar a Santo Tomé.
El corte del Puente Carretero se produce en el marco de las obras de reparación necesarias para mantener la seguridad del viaducto. Sin embargo, la falta de previsión y coordinación por parte de las autoridades ha dejado a muchos usuarios y comerciantes en una situación precaria. La medida, que afecta directamente a aquellos que dependen del puente para sus actividades diarias, no estaba adecuadamente prevista ni comunicada, causando una gran desorganización.
La desinformación y la falta de coordinación entre las autoridades provinciales y locales agravan el problema. No se han implementado medidas adecuadas para minimizar el impacto en los habitantes de la zona, especialmente aquellos con discapacidades, quienes ahora enfrentan un recorrido adicional y desgastante de 25 kilómetros para acceder a Santo Tomé.
Ventas en caída libre
Los comerciantes de Santo Tomé ya venían enfrentando una disminución constante en sus ventas, una tendencia que ahora se ve exacerbada por la imposibilidad de un acceso fácil y rápido a la localidad. La reducción del flujo de clientes se ha traducido en una caída libre de las ventas, asfixiando a los negocios locales que dependen del tráfico diario para su subsistencia.
El estado provincial, lejos de ofrecer soluciones o apoyos económicos, ha permanecido inactivo, dejando a los comerciantes sin el respaldo necesario en un momento crítico. La falta de incentivos, ayudas financieras y estrategias de reactivación económica está llevando a muchos negocios al borde del cierre definitivo. La desesperación entre los dueños de los comercios es palpable, y el sentimiento general es de abandono y desolación.
Un día sin Puente, un error desastroso
La interrupción no prevista del acceso no solo afecta a los comerciantes y residentes, sino también a los servicios esenciales como ambulancias y vehículos de emergencia, que se ven obligados a recorrer una distancia mayor, poniendo en riesgo la salud y seguridad de los ciudadanos.
La falta de un plan de contingencia adecuado y la insuficiente comunicación sobre las obras y sus implicaciones han dejado a la población en un estado de incertidumbre y frustración. Los usuarios frecuentes del puente, incluyendo aquellos que necesitan atención médica regular, ahora enfrentan dificultades adicionales para recibir servicios básicos, lo que agrava aún más la situación.
Llamado a la acción
Es imperativo que las autoridades provinciales y locales tomen medidas inmediatas para abordar esta crisis. La implementación de soluciones temporales, como transporte alternativo y apoyo financiero a los comerciantes afectados, es urgente. Además, una mejor planificación y comunicación sobre las obras y sus impactos puede ayudar a mitigar el descontento y la frustración entre los residentes.
La situación en Santo Tomé es un reflejo de la necesidad de una gestión más eficiente y sensible por parte del estado provincial. Los ciudadanos merecen un gobierno que no solo realice obras necesarias, sino que también cuide y proteja a su población durante el proceso. Los comerciantes y residentes de Santo Tomé están al límite, y su llamado a la acción no puede ser ignorado.