Avionetas fantasma: la ruta de la droga que atraviesa Santa Fe y la complicidad de Pullaro
En un reciente operativo realizado por la Gendarmería Nacional Argentina, se incautaron 464 kilos de cocaína en la ruta nacional 11, en la ciudad de San Justo. Este hallazgo expone una preocupante realidad: las avionetas que arrojan droga en campos desolados, pasando desapercibidas y abasteciendo a las redes delictivas que operan en el Gran Rosario. La inacción del gobierno provincial ante esta creciente problemática genera inquietud y alarma entre los ciudadanos.
Operativo revelador: la incautación en San Justo
En un operativo, la Gendarmería Nacional Argentina incautó 464 kilos de cocaína sobre la ruta nacional 11, en la ciudad de San Justo. Los efectivos detuvieron la marcha de una camioneta y en su interior encontraron la droga y dos fusiles. https://t.co/kEYMvRIfBO pic.twitter.com/vV6DYcMMlp
— Radio Angélica 99.7 (@radio_angelica) July 3, 2024
El operativo, llevado a cabo por el Escuadrón Vial San Justo, se desencadenó cuando una camioneta Amarok con dos ocupantes giró en U al ver un control vehicular en la ruta 11. Al detener la marcha del vehículo, los efectivos encontraron en su interior 464 kilos de cocaína, distribuidos en catorce bultos que contenían 240 ladrillos de cocaína con el sello de “One”. Además, se incautaron dos fusiles marca Colt calibre 7.62, 199 cartuchos del mismo calibre, un GPS, dos handies y 175,450 pesos.
Las investigaciones preliminares sugieren que la droga fue recogida en algún campo cercano tras haber sido arrojada desde una avioneta. Este modus operandi no es nuevo, pero su frecuencia y la falta de medidas efectivas para contrarrestarlo evidencian la desprotección y vulnerabilidad de la región.
Avionetas invisibles: el lado oscuro del Narco en Santa Fe
La utilización de avionetas para el transporte de droga ha sido una táctica recurrente en el narcotráfico, especialmente en áreas rurales donde la vigilancia es escasa. Estas aeronaves, volando a baja altura para evitar los radares, arrojan cargamentos en puntos previamente acordados. En el caso de San Justo, la cocaína interceptada tenía como destino final el Gran Rosario, un área que ha visto un aumento significativo en actividades delictivas relacionadas con el narcotráfico.
Lo alarmante es la aparente pasividad del gobierno provincial ante estas operaciones. Aunque se tiene conocimiento de la ruta y el método utilizado, no se han implementado estrategias efectivas para detener este flujo constante de estupefacientes. La falta de recursos y coordinación entre las fuerzas de seguridad y el gobierno provincial ha permitido que estas avionetas operen con una impunidad preocupante.
La inacción del Gobierno provincial: un silencio culpable
La ineficiencia del Gobierno provincial en manos de Maximiliano Pullaro en abordar el problema de las avionetas que arrojan droga es evidente y perturbadora. Pese a los esfuerzos de la Gendarmería Nacional, la falta de un plan integral y de una respuesta coordinada ha dejado a la provincia de Santa Fe expuesta a las actividades delictivas que se originan en estos vuelos clandestinos. El destino de la cocaína incautada en San Justo es un claro indicio de la conexión entre las zonas rurales y los centros urbanos, con el Gran Rosario como epicentro del narcotráfico.
La población de Santa Fe se encuentra en una situación de indefensión, preocupada por la creciente inseguridad y la percepción de un gobierno que no actúa con la celeridad y contundencia necesarias. Las organizaciones delictivas se aprovechan de esta debilidad estructural para fortalecer sus operaciones, generando un círculo vicioso de violencia y crimen.
Es crucial que el gobierno provincial, en colaboración con las fuerzas federales, desarrolle e implemente un plan estratégico que aborde todas las aristas de este problema. La vigilancia aérea, la mejora de la inteligencia y la cooperación internacional son pasos fundamentales para desarticular las redes de narcotráfico que operan con avionetas. Sin una acción decidida y efectiva, la situación solo empeorará, aumentando la inseguridad y el dolor de una población ya afectada por la pandemia y las crisis económicas.
Conclusión
La incautación de 464 kilos de cocaína en San Justo es solo la punta del iceberg de un problema mucho más profundo y complejo. Las avionetas que arrojan droga en campos desolados y pasan desapercibidas representan una amenaza latente que el Gobierno provincial no puede seguir ignorando. La inacción y la falta de coordinación están poniendo en riesgo la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. Es hora de que las autoridades actúen con decisión para frenar este flagelo que asola a Santa Fe y protege a sus habitantes del oscuro mundo del narcotráfico.