El hecho salió a la luz cuando uno de los residentes regresó a su vivienda y la encontró completamente revuelta. Según informaron fuentes policiales a Rosario3, del interior de la casa sustrajeron unos 50 mil dólares, además de pesos, euros, reales, joyas y relojes. Minutos después, la circulación de la información en un grupo interno de WhatsApp llevó a que otros tres vecinos constataran que también habían sido víctimas de robos, con un botín similar que incluyó dinero en efectivo, perfumes y relojes de alto valor.

La investigación permitió establecer que al menos dos delincuentes habrían ingresado por la parte trasera del barrio, sobre la calle Almafuerte, tras cortar un alambrado perimetral detrás de los lotes 89 y 90. Un dato que llamó especialmente la atención de los investigadores es que las viviendas no presentaban signos de violencia, ya que muchos vecinos dejan sus casas abiertas cuando se ausentan, confiados en el sistema de seguridad del complejo.

Tras las denuncias, intervino la Policía de Investigaciones (PDI), que realizó pericias en busca de huellas, rastros y registros fílmicos para reconstruir la secuencia delictiva e identificar a los responsables.

Rosario, otra vez escenario de violencia extrema

En paralelo, la ciudad de Rosario fue sacudida por un ataque a tiros ocurrido en la madrugada del martes en el barrio Las Flores, en la zona sur, un sector históricamente atravesado por disputas entre bandas criminales como Los Monos. El saldo fue devastador: tres personas asesinadas y una cuarta internada en estado crítico.

Según confirmaron fuentes policiales, el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) recibió a Roque A., quien sufrió heridas de bala en el rostro y el torso y permanece con pronóstico reservado. En tanto, Sergio Fabio Roldán fue trasladado al Hospital Centenario con múltiples disparos en el tórax y los brazos, pero falleció alrededor de las 4 de la madrugada.

En el lugar del ataque, personal de la Prefectura Naval halló los cuerpos de Érica Tamara Ayala, de 35 años, y de un hombre cuya identidad no pudo ser confirmada en el momento por falta de documentación. Peritos de la PDI secuestraron vainas servidas y relevaron cámaras de seguridad de la zona para intentar esclarecer el hecho.

La escalada de violencia no se detuvo allí. En apenas 24 horas, Rosario sumó otros dos heridos de bala en ataques similares. El lunes por la tarde, un joven de 28 años fue baleado mientras reparaba un vehículo en Felipe Moré al 4100. Poco después, un hombre de 47 años resultó herido en una mano tras un tiroteo ocurrido en un taller mecánico ubicado sobre la avenida Circunvalación, a la altura de Avellaneda.

Dos escenarios distintos —un barrio cerrado y una zona históricamente golpeada por el narcocrimen— pero una misma constante: la inseguridad no descansa, ni siquiera en Navidad, y vuelve a exponer la fragilidad de los sistemas de prevención y control en la provincia.