Servicios y salud se comen el salario: una familia santafesina ya destina más del 35 por ciento de sus ingresos a gastos
Un informe elaborado por el espacio político Comunidad encendió una nueva señal de alarma sobre el deterioro del poder adquisitivo en la ciudad de Santa Fe. Según el relevamiento, una familia tipo destina hoy más del 35 por ciento de sus ingresos mensuales al pago de servicios básicos y salud, una proporción que creció de manera sostenida desde fines de 2023 y que expone con crudeza el desfasaje entre salarios y costo de vida. Los datos fueron presentados por el ex diputado provincial Leandro Busatto.
El estudio se construyó a partir de estadísticas oficiales del IPEC, el INDEC y organismos nacionales, comparando la evolución de ingresos -salarios y jubilaciones- con tarifas de servicios públicos y costos sanitarios. “Cuando se ponen los números en frío, aparece una realidad muy dura: los ingresos no acompañaron el aumento del costo de vida, y mucho menos el de los servicios esenciales”, afirmó.
El informe muestra que entre diciembre de 2023 y mediados de 2025 los salarios docentes y municipales aumentaron apenas por encima del 200 por ciento, mientras que los empleados de comercio rondaron el 195 por ciento. Las jubilaciones mínimas y pensiones quedaron aún más rezagadas, con subas inferiores al 150 por ciento. En contraste, la inflación acumulada informada por el IPEC superó el 200 por ciento, pero los servicios públicos escalaron muy por encima de ese nivel.
Las cifras son elocuentes: la electricidad aumentó un 663 por ciento, el gas natural un 430 por ciento, el agua un 913 por ciento y el transporte público un 618 por ciento. “Para muchos trabajadores, pagar luz, agua y gas pasó de representar entre el 6 y el 9 por ciento del ingreso a absorber entre el 16 y el 21 por ciento”, detalló Busatto. A ese peso se suma el transporte cotidiano, que termina de ajustar un presupuesto cada vez más asfixiado.
El otro gran golpe al bolsillo llega desde el sistema de salud. Tras la desregulación impulsada por el DNU 70/2023, el informe analizó seis empresas de medicina prepaga que operan en Santa Fe. Hoy, un plan básico para una persona monotributista cuesta entre 106 mil y 144 mil pesos mensuales, es decir, entre el 12 y el 17 por ciento del ingreso promedio estimado por el INDEC en 862 mil pesos.
Para una familia tipo, la situación es aún más crítica: el costo mensual de una prepaga oscila entre 436 mil y 765 mil pesos. Sumado al gasto en servicios públicos, el resultado es contundente: más de un tercio del ingreso se destina a cubrir gastos fijos esenciales, antes de alimentos, alquiler u otros consumos básicos.
El informe pone en evidencia un escenario que ya se siente en los hogares santafesinos: salarios que corren detrás de la inflación, tarifas que avanzan sin freno y un sistema de salud cada vez más inaccesible. Una combinación que, lejos de ser coyuntural, parece consolidarse como una nueva normalidad, con un impacto directo en la calidad de vida de miles de familias.








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