El diputado Germán Martínez señaló que las críticas de "panqueque" Pullaro al Gobierno son "absolutamente oportunistas"

El diputado Nacional y jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, destacó la contundente victoria del peronismo en la provincia de Buenos Aires y subrayó que "Fuerza Patria se consolida como el espacio que canaliza las críticas al proyecto político y económico de Javier Milei".
Sin embargo, su crítica hacia el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, fue mucho más dura: calificó sus recientes críticas al Gobierno nacional como “absolutamente oportunistas”.
HIPÓCRITA Y OPORTUNISTA
— Adriana ✨🇦🇷 ❤️ (@atejadaflores) September 8, 2025
PULLARO ES MILEi pic.twitter.com/NGbr5TW9uJ
Martínez fue directo: recordó que Pullaro había participado de iniciativas y pactos legislativos que favorecían al Gobierno de Milei, y advirtió que la lista Provincial del PRO tenía más interés en competir electoralmente que en plantear una oposición real.
En palabras del diputado: “Nadie en Santa Fe tiene que ser la cara bonita del ajuste que propone Milei, hay que oponerse con claridad y contundencia”.
Si bien algunos diputados afines a Pullaro modificaron su postura en temas sensibles como jubilados, discapacidad y universidades, Martínez consideró que esas posiciones eran mínimas y tardías. Refiriéndose a Fuerza Patria, remarcó que “el único espacio político dispuesto a asumir ese rol de clara oposición política en Milei (…) ya lo viene haciendo y porque ya lo viene demostrando”.
El legislador también aprovechó para trazar un panorama económico sombrío: contó que la cantidad de pymes que cierran, como quioscos y panaderías, demuestra que “las cosas no funcionan”, que están “atadas con alambre desde hace meses” y que la situación empeora con el aumento de alquileres, electricidad y gas.
Incluso señaló que, tras la flexibilización del cepo cambiario, “se fueron 15 mil millones de dólares hacia activos bajo el colchón, y eso deja en claro que la economía no está funcionando bien”.
Finalmente, Martínez advirtió que la victoria en Buenos Aires debería servir como señal para que el oficialismo nacional corriga el rumbo: si el Gobierno tiene capacidad de leer políticamente las elecciones, debería comenzar a proyectar un país distinto donde “vuelva la producción al centro, el trabajo sea el principal ordenador, se mejoren los salarios, se incrementen las jubilaciones y se devuelvan los fondos a las universidades y al sistema científico-tecnológico”.