En principio, Lifschitz iba a dar a conocer el Gabinete sobre fines de octubre o principio de noviembre, lo cual se apreciaba como razonable, pero la dinámica de la política a veces obliga a corregir los planes. Es así como el actual senador por Rosario habría decidido apurar los tiempos para fines de este mes o principio de octubre, y lo más probable es que la semana entrante en el nuevo encuentro “bilateral” con presencias abreviadas (sólo tres por partido) comiencen a definirse los ministerios para cada sector político, a los fines de ponerle nombres y apellidos en la reunión subsiguiente.

Nuestra íntima convicción es que el gobernador electo ya tiene “in péctore” los designados para ocupar las carteras de su sector. Los radicales, en función de los casilleros ministeriales a completar, primero los asignarán a cada fuerza interna y luego debatirán los postulantes.

Lifschitz llevaría al Poder Ejecutivo al menos dos diputados provinciales electos de las dos fuerzas mayoritarias del Frente Progresista, Cívico y Social.

Por lo pronto, el vicegobernador electo Carlos Fascendini estaría dejando su sillón en el Ministerio de la Producción a principios de octubre para colaborar íntimamente en el complejo entramado fino del futuro Gobierno de Lifschitz.

En el ecosistema político coinciden en que el ministro de Gobierno del mandatario no tendría el estratégico alto perfil que ostenta Rubén Galassi, el premier de Bonfatti. Pero sin dudas deberá sentarse allí un socialista ducho para afrontar las duras contingencias que se avizoran, sobremanera en el frente gremial en un año – el 2016- con ajustes por doquier.

Los gremios avisan

UPCN comenzó curiosamente mostrando las uñas al propio Bonfatti que siempre los trató bien. Al mismísimo Galassi le extrañó lo que para él es una extemporánea medida de protesta pidiendo la convocatoria a la paritaria central, “cuando hemos otorgado un incremento salarial promedio del 30 por ciento, claramente por encima de lo que será la inflación anual”.

¿Es tan solo una puesta en escena para mostrarle indirectamente a Lifschitz lo que le espera? Alguna vez le escuchamos reflexionar al ex candidato Mario Barletta que él no hubiera sido tan dadivoso con los gremios estatales.

UPCN y ATE le pidieron al Gobierno que reintegre Ganancias al 13,87 por ciento de los empleados de la administración pública central, entes autárquicos, policías y docentes (incluidos los catedráticos) tal como hizo la Municipalidad de Rafaela, recibiendo por respuesta, también de Galassi, que si bien considera que el impuesto tal cual está planteado, y de la manera que afecta a trabajadores y jubilados, es distorsivo, no hay manera de que el tesoro provincial deba resolver un tema impositivo aplicado por Nación.

El déficit de la Caja de Jubilaciones, y la comedida propuesta del peronismo de crear una comisión para analizar – con un año de plazo- una nueva normativa también les dio pie a los gremios estatales para la oportuna victimización, y al grito de “no al ajuste” se opusieron sin cortapisas a siquiera a considerar la cuestión. “No puedo evitar la sorpresa”, confesó el vicegobernador Jorge Henn.

La Caja prevé para este año un déficit de 1.800 millones de pesos y para avanzar en las causas y soluciones los senadores peronistas Gramajo, Pucheta, Baucero y Crossetti promueven una gran reforma previsional para garantizar la protección de las contingencias de vejez, invalidez y muerte. Ellos señalan que para paliar esta situación hay cinco formas de recuperarse: se aumentan los aportes personales, los aportes patronales, la edad en los requisitos jubilatorios, los años en los servicios requeridos o se reduce el monto de las prestaciones.

El actual senador y a partir del 10 de diciembre gobernador Lifschitz naturalmente apoyó la iniciativa que “se anticipa a una situación que puede ser más grave en el futuro”.

A Henn le tocó desmentir al ministro de Justicia de la Nación Julio Alak en la polémica por el alojamiento de los presos por delitos federales y provinciales, haciéndole notar que desde el 2005 hasta el año pasado los gastos de internos federales alojados en cárceles provinciales fue de 53.984.525 pesos, mientras que los gastos de internos provinciales alojados en cárceles federales desde el año 1993 asciende a 2.658.944 pesos, es decir hay un saldo neto en favor de Santa Fe de 51.325.581 pesos.

De paso, el futuro diputado provincial le recordó al gobierno nacional que Santa Fe tiene reclamos en Corte Suprema de Justicia de la Nación por más de 36.000 millones de pesos.

Para atizar un poco más el fin del mandato de Bonfatti, la inseguridad, pese a los esfuerzos de Gendarmería, la Policía de Acción Táctica y la propia Policía Comunitaria, pareciera que está cobrando inusitada virulencia. Santa Fe y Rosario están alarmadas, y en Rafaela los vecinos protestaron frente a la Jefatura de Policía. Dicen que el Jefe de Policía de la Provincia Omar Odriozola amagó con renunciar un par de veces en los últimos días.

Algunos achacan el desmadre en la fuerza policial a las supuestamente desafortunadas declaraciones del Secretario de Seguridad Gerardo Chaumont admitiendo, ante el asesinato de un reconocido arquitecto rosarino, que “hoy le puede pasar a usted y mañana a mí”. O al hecho de que el ministro Lamberto, pese a que se sabe que se irá el 10 de diciembre, ya lo haya anunciado.

Esta situación motivó alarma en el radicalismo, cuyo sector y hasta con nombre y apellido, podría hacerse cargo del Ministerio de Seguridad. Algunos dirigentes consideran que así como están las cosas, lo que normalmente es una braza caliente, podría lisa y llanamente transformarse en un fuego abrasador.

Como si las cuestiones políticas funcionales no fueran suficiente desvelo para la actual gestión y la sucesoria, tal como habíamos adelantado hace varias semanas, el fenómeno climático El Niño y sus funestas predicciones – que heredará Lifschitz- activo la alarma gubernamental preventiva con la convocatoria por parte del gobernador Bonfatti del Comité de Emergencias que, coordinado por el Secretario de Protección Civil Marcos Escajadillo ya bajó línea no sólo a las áreas de Gobierno involucradas, sino a todos los municipios y comunas para coordinar acciones previas.

Rumbo a octubre

Daniel Scioli y Mauricio Macri tienen la fortuna de contar con dos valiosísimas mujeres que les permiten desdoblar perfectamente las campañas en todo el país en una suerte de bilocación proselitista.

Se trata de Karina Rabolini y Gabriela Michetti. La primera, acompañada por Omar Perotti, no deja de caminar pueblos y ciudades de la Provincia, cautivando con su prometedora aura política.

Michetti pasó por esta capital acompañada por el activo Carlos Reutemann (que cuando se trata de “su cuero” sale a caminar intensamente) a quien defendió cuando ante la prensa se le hizo notar que el apoyo radical a Macri en Santa Fe contempla el uso de la tijera para cortar la sábana del candidato presidencial y ensobrar la lista de Binner.

“Bienvenido sea el apoyo radical en Santa Fe, pero nosotros defendemos la boleta entera”, calmó Michetti ante una mirada no muy convencida del “Lole”, quien de todos modos ya se siente senador hasta el año 2021.

Michetti adelantó que la Cámara Electoral Nacional aceptó el pedido de la oposición, para que en las elecciones del 25 de octubre los presidentes de mesa tengan un stock de reserva de boletas únicas (con lo cual se daría un petit debut de este sistema) para los casos en que los electores denuncien faltantes de boletas en el cuarto oscuro.

La diputada nacional Gisela Scaglia nos explicó que el desafío en esta capital será conseguir que la ascendencia barrial que tuvo de Miguel Del Sel en las elecciones provinciales le sea transmutada a Macri.

Un septiembre con “clima” de incertidumbre previo al octubre feroz de El Niño y las elecciones generales nacionales.