La venta de entradas en Central para la final de Copa Argentina fue un caos
Los socios de Central agotaron este domingo, en medio de un caos, las 25.000 entradas que tenían disponibles para la final de la Copa Argentina contra Boca del próximo miércoles a las 21 horas en el estadio Mario Alberto Kempes.
La organización no estuvo a la altura de las circunstancias y fue ampliamente rebasada por la gran cantidad de gente que esperaba por su localidad desde el viernes por la noche. Y ayer a la tarde las filas de personas acampando superaban los 600 metros, rodeando el estadio Gigante de Arroyito.
El caos comenzó a reinar cerca de las boleterías por la ansiedad de conseguir una general o platea, para colmo se retrasó en una hora la apertura para la venta y eso generó más impaciencia entre la gente. Y cuando se anunció que no había más entradas, comenzaron los mayores disturbios.
Las corridas, golpes y empujones fueron las primeras escenas de descontrol y ante este panorama actuó la policía y de la peor manera, reprimiendo con balas de goma para tratar de encausar la situación. Porque las vallas que colocaron no ayudaron a mantener el orden preestablecido.
En aproximadamente tres horas se agotaron todas las localidades porque había a disponibilidad menos de la mitad del total asignado, debido a que el resto de las entradas se habían adquirido en paquetes que incluían el traslado, tanto en micros como en vuelos chárter, según informaron fuentes policiales.
Las redes sociales expresaron toda su broca contra la Comisión Directiva del club rosarino y la policía, hasta circulaban fotos de personas que mostraban en su cuerpo los impactos de las balas de goma que recibieron por parte de los uniformados.
