Los dos candidatos peronistas Perotti y Bielsa sumaron la mayor cantidad de sufragios, y todo hace prever que ese resultado se trasladarán en las generales del 16 de junio, para obtener un triunfo justicialista en Santa Fe y quebrar 12 años de gobierno socialista.

Los comicios transcurrieron con normalidad hasta el cierre, con una asistencia de votantes cercana al 70 por ciento, luego de una jornada con un clima apacible y soleado en el territorio santafesino.

Sin embargo, poco después de las 19.30 ese clima de tranquilidad se quebró por unos minutos, luego de que el búnker de campaña de Cambiemos, ubicado en la capital santafesina, fuera desalojado por la Brigada de Explosivos de la Policía ante una falsa amenaza de bomba que se encontró dentro de una urna en la escuela Macagno, de esa ciudad.

El peronismo apuntará su campaña en este nuevo capítulo proselitista a dos temas clave en la provincia, como es la crisis económica que tiene un impacto muy fuerte en los principales centros urbanos, como Rosario y Santa Fe, y la inseguridad, el punto más débil del socialismo, sobre todo del ex gobernador Bonfatti, quien durante su gestión se espiralizaron los índices de homicidios por los enfrentamientos entre bandas narco.

La derrota de Corral, según los datos parciales, tampoco fue una sorpresa, luego de que le costara remontar el escaso nivel de conocimiento sobre todo en el sur de Santa Fe, y en Rosario en particular. La marca Cambiemos ni el respaldo del propio presidente Mauricio Macri, que estuvo la semana pasada en la provincia, lograron remontar un resultado negativo para el oficialismo nacional.

A las 21.30 el intendente de Santa Fe apareció en el búnker y se mostró optimista a pesar de la derrota. "Hoy arranca la campaña electoral que nos va a llevar al triunfo en Santa Fe", dijo Corral, lo cual motivó chanzas y burlas de muchos analistas políticos en el orden provincial y nacional.