También habrá dos helicópteros que estarán abocados a custodiar desde el aire todo lo suceda antes, durante y después del partido que paraliza dos veces al año a la ciudad. Uno de ellos se dedicará a monitorear lo que ocurra en Gigante de Arroyito. Y el restante acompañará a la delegación de Newell’s que partirá el domingo al mediodía desde la concentración en la localidad de Ricardone. Ya que lo custodiará desde el ingreso a Rosario hasta el estadio auriazul.

Y hasta se ubicará una cámara de vigilancia en la entrada a la tribuna popular local, que da al club Regatas, sobre la calle Cordiviola, que será todo el tiempo observada por efectivos del 911. Se intensificarán los cacheos previos y estará totalmente prohibido la portación de cualquier tipo de pirotecnia, humo de colores auriazules y bengalas.

Por disposición del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, a través de la Secretaría de Coordinación de Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos, a cargo de Pablo Farías, desde el sábado a las 18 horas estarán cerradas todas las sedes y subsedes de ambos clubes por razones de seguridad. Tampoco se disputará el encuentro de reserva el domingo, antes del cotejo de primera división. Como ocurrió el año pasado, el martes se jugará y en el mismo escenario.

Las reuniones en la sede de Gobernación en el micro centro rosarino entre todas las autoridades policiales, municipales y jefes de seguridad de ambos clubes comenzaron el pasado martes. Mientras que ayer se efectuó una primera recorrida por las instalaciones del Gigante de Arroyito que abrirá sus puertas el domingo a las 12:30 horas. Los cónclaves continuarán hasta el día del partido para ir monitoreando lo que sucede en la ciudad.

Además de Farías, los máximos responsables que lo acompañarán serán el jefe de Orden Público, Miguel Oliva, y el comisario Mayor, Hernán Brest, en representación de la Unidad Regional II de policía con destacamento en Rosario.