Boasso: "Verlo a Lifschitz proclamarse gobernador con la diferencia que había, es una vergüenza"
La chispa que encendió la fogata la dio Miguel Lifschitz cuando el lunes a la noche se proclamó ganador, basado en medio punto de ventaja que le indicaron sus mesas testigo. Y de ahí en más, los otros se le vinieron al humo y señalándole los 304 telegramas electorales en suspenso.
El candidato a vicegobernador por el PRO, Jorge Boasso, definió como “bastante oscuro” el proceso de escrutinio y catalogó al gobierno provincial como “envuelto en el bochorno”.
“Terminamos nuevamente una jornada sin saber quién fue el ganador, nada más y nada menos que de gobernador”, aseguró el compañero de fórmula de Miguel del Sel.
Asimismo, aseguró que desde PRO piensan que son ellos los que ganaron la elección y que, de hecho, así lo indicaron los resultados de sus mesas testigo, aunque destacó la necesidad de aguardar al escrutinio definitivo en el que pedirán “abrir urnas y contar voto por voto”.
Del mismo modo se manifestó el candidato a gobernador por el Frente Justicialista para la Victoria, Omar Perotti, y el candidato del socialismo Miguel Lifschitz, confirmó que se tomará una medida semejante.
“Verlo a (Miguel Lifschitz) proclamarse gobernador con la diferencia que había y 347 mesas sin cargar, que implican más de 105 mil votos, y, de esas 347 mesas, 304 desestimadas sin saber la causa, es una vergüenza”, entendió Boasso.
Escrutado el 95,45 por ciento de las mesas, el recuento provisorio de votos ubica en el primer lugar al oficialista Miguel Lifschitz con el 30,69 por ciento de los votos, y al macrista Miguel Del Sel en el segundo puesto, con el 30,58 por ciento, lo que significa 2.128 votos.
