Por Daniel Gabriel Otero, especial para NOVA

Existen en Santa fe, espacios construidos de antaño que pueden reutilizarse. En este caso, nos ocupamos de las llamadas “Cajas Acústicas”, algo parecido a un pequeño anfiteatro. Pero nos concentraremos en analizar y explicar su uso.

Hubo una Santa Fe entre los años 50 y 70, que hizo un inteligente uso de los espacios al aire libre. Una sociedad sin redes sociales, sin twitter ni Tik-Tok. Una sociedad que tomaba la conservadora, el mate, unos cubitos, e iba a tomar Tereré o sangría a las soleadas plazas santafesinas donde la fronda robusta, cobijaba a las familias.

Para que el lector se ubique, no había motochorros. Tampoco te manoteaban la cartera ni el celular por la ventanilla. Una sociedad más pacífica asomaba, al son de los compases de la música de Bill Halley, Los Cometas y más adelante, los Beatles.

En ese marco, las orquestas típicas, la Banda de Policía, reunía a las familias los domingos. Se ejecutaban marchas militares, pero también valses vieneses, pasodobles españoles, tango y chamamé.

Había un ritual que se llamaba “La Retreta”. Era como un show que ejecutaban los músicos de la banda, escondiéndose detrás de los árboles, mientras otros, tocaban sobre el proscenio. Las trompetas por ejemplo, iban escondiéndose y rotándose detrás de los arbustos y la arboleda, imitando tanto con movimientos sigilosos, las gestas de las tropas de Roca en el desierto, como así también en un simbolismo, las cacerías de animales

Hoy todo eso ha desaparecido. Los festivales multitudinarios en estadios de fútbol han cambiado el escenario y la percepción de las cosas. Netflix, la banda ancha y los paradores de la costanera, formatearon el contexto.

Se habla mucho de cómo abordar el tema de los recitales y encuentros familiares en la postpandemia, pero nadie mira atrás en el tiempo. Estos espacios que aún existen en Santa fe, dan margen para que puedan tocar pequeños grupos o bandas, mientras que el público puede apropiarse del espacio con distancia social y barbijos.

La imagen es de la plaza España, pero en la plaza Constituyentes de la ciudad de Santa Fe, hay otro similar. No hace falta ser Einstein ni hacer un estudio de topografía para darse cuenta de que lo que hay a mano, aún sirve.

Quizás nuestros antepasados, supieron ver siglos más adelante y nos legaron estos espacios valiosos, que no sabemos ver/visualizar. Estamos en una crisis de ideas donde la creatividad está ausente. He ahí, yace el desafío.