Bajo un sistema bimodal de clases presenciales y virtuales, los alumnos de escuelas públicas de la provincia volvieron a las aulas, como lo hicieron el lunes los estudiantes de establecimientos de gestión privada, después de un año de educación a distancia debido a las medidas adoptadas por la pandemia.

Para ello, el ministerio de Educación estableció una serie de orientaciones, acordadas en el marco del Consejo Federal de Educación, a partir de las cuales cada institución implementó horarios diferenciados y normas de convivencia, adaptados a espacios y condiciones edilicias y en base a la cantidad de estudiantes y docentes disponibles.

En orden a los protocolos elaborados por los equipos directivos, estudiantes y docentes asistieron desde la mañana de éste miércoles a las escuelas.

Durante esta semana asiste una porción de la currícula, en tanto el resto volverá al colegio la semana próxima. Así, aquellos que comenzaron esta jornada se llevarán trabajos para sus hogares, con los que deberán trabajar los próximos siete días.

El ingreso se dividió por cursos y niveles, buscando favorecer el control de temperatura y la sanitización de manos de forma individual. Una vez dentro, la constante fue el uso de barbijo, volviéndose parte del uniforme escolar para todos los integrantes de la comunidad que deben vestirlo de forma permanente. Además, cada establecimiento debió destinar una sala para atender sospechas de COVID-19, aislando a las personas que presenten síntomas y comunicando la situación a la autoridad sanitaria y a los padres si es un alumno.

Para el desarrollo de clases, fue aplicado el concepto de burbujas, dividiendo al alumnado según criterios alfabéticos, vinculares y pedagógicos, ajustándose a la disponibilidad de espacio de cada aula. En cuanto al desarrollo de contenidos, inicialmente se buscará articular el ciclo lectivo pasado con el de este año, a fin de asegurar los aprendizajes que los estudiantes pudieron adquirir con las distintas estrategias de enseñanza de sus docentes a distancia.

En tanto, se estableció que el horario sea de una duración menor a la habitual, de cuatro horas aproximadamente. Las escuelas trabajarán en jornada simple, eliminando actividades extendidas o contraturnos, esquematizada en cinco momentos: Bienvenidas y primeras acciones de higiene, clases de 90 minutos, recreos de 30 minutos, segundo momento de clases de 90 minutos, despedida e higienización final.

En cuanto a los recreos, con el distanciamiento correspondiente mientras se ventilan y desinfectan las aulas. Para ello, cada grupo tiene asignado un espacio. Además, los estudiantes deben llevar algún alimento desde sus casas, ya que por el momento no están habilitadas cantinas, comedores ni copa de leche, para disminuir los riesgos de contagio. Desde el ministerio aseguran que están diagramando la entrega de un refrigerio frío individual, de forma de proporcionar una merienda a los estudiantes y garantizar los protocolos sanitarios.