Luego de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) realizadas el pasado domingo en Santa Fe, los distintos espacios políticos van preparándose para afrontar las elecciones generales.
Por el lado del Frente Progresista, que tiene su columna vertebral en el Partido Socialista, ponen toda la carne al asador en pos de mantener la gobernación, dado que esta provincia es el único distrito en el que el socialismo tiene presencia real.
Antonio Bonfatti, el representante del oficialismo fue el candidato más votado con la bendición del actual mandatario Miguel Lifschitz, pero la suma de los candiadtos del peronismo unido superan al socialista, por lo que desde el Frente Progresista buscarán levantar caídos luego de la interna del PJ, y llamar al voto útil por parte de los electores que en las PASO optaron por Cambiemos, debido a que su candidato, José Corral quedó tercero.
En la última apertura de sesiones legislativas, el mandatario provincial reforzó su apoyo a Bonfatti y repasó los logros de los doce años de gestión de gobierno socialista al frente de la tercera provincia en lo que respecta a cantidad de votos.
Obra pública, inversión en infraestructura, obras hídricas, para un distrito que sufrió muchísimo aquella inundación del año 2003, acompañamiento con recursos financieros a los municipios, y el plan vial, son algunos de los hítos que repasan desde el oficialismo para conseguir el apoyo del electorado. Además, no le esquivan al bulto con los temas sensibles: seguridad y narcotráfico. En ese sentido, reafirman su decisión para enfrentar estos flagelos sin militarizar la cuestión, porque "no funcionó en ningún lugar del mundo".
Con este escenario, Bonfatti se prepara para una elección crucial para el socialismo y buscará mantener para esa fuerza la gobernación de Santa Fe. El candidato oficialista parte de una base de votos nada despreciable profundizará la intención de "provincializar" los comicios, alejado de la grieta a nivel nacional.
