Política
El que se quema con leche…

Después de la paliza que le dio la UCR en La Pampa, el PRO bajó a su candidato en Santa Fe

Finalmente, Federico Angelini, bajó su candidatura para dejar como único candidato al radical José Corral.

Durante el último trimestre, Cambiemos se convirtió en un río revuelto. Y es que los radicales, pesadores natos en aguas turbulentas, olieron la sangre que empezaba a desparramarse al interior de la armadura de la alianza y, paso a paso, fueron dando vida a una rebelión que parece haber desbordado al PRO, y que el Gobierno está tratando de contener, pagando altísimos costos por ello.

No sólo fueron las encuestas que coincidían en presentar a Mauricio Macri en caída libre, con una gestión desaprobada por el 70 por ciento de la población y con un plan económico acordado con el FMI que sólo promete incrementar la crisis económica, la caída de los ingresos de la mayoría de la población, la desocupación, la pobreza y la indigencia. También llegaban datos de su trabajo en territorio que les marcaban, a lo largo y a lo ancho del país, que ir a elecciones con candidatos del PRO y con una lista larga con Macri a la cabeza los ponía al borde del abismo.

Por esa razón incrementaron sus demandas internas, exigieron la realización de primarias en todas partes y, allí donde pudieron, anticiparon la fecha de las elecciones provinciales. Y hasta un sector, minoritario hasta el momento, encabezado por Ricardo Alfonsín, se animó a exigir que el candidato presidencial de Cambiemos surgiera de las PASO.

La interna del pasado domingo en La Pampa dejó en claro por qué el Gobierno se opuso drásticamente, mientras pudo, a la competencia interna con la UCR. El delfín presidencial en la provincia, Carlos Mac Allister, fue literalmente vapuleado, por una diferencia de 30 puntos, por el candidato radical, Daniel Kroneberger.

La paliza sufrida no sólo hizo trizas los delirios de quienes alentaban a ir a las elecciones exclusivamente con candidatos PRO “puros”. Porque si bien La Pampa es una provincia pequeña, comenzó a marcar la tendencia, que asegura que el PRO habrá monopolizado el Gobierno Nacional, pero los votos los aportan los radicales y los independientes.

El panorama electoral del Gobierno comienza a oscurecerse, y la interna de Cambiemos para el PRO, más aún. Vienen nuevas definiciones internas que prometen nuevas derrotas a manos de los candidatos de la UCR. Córdoba es un caso concreto.

Santa Fe es un caso más grave aún, ya que la UCR fue intervenida por el Comité Nacional partidario hace unos días, cuando el 70 por ciento de los miembros de la Convención especialmente convocada a tal fin le dijo que no a Cambiemos, y se expresó a favor de mantener la alianza con el Partido Socialista. Hasta ahora la alianza gobernante marcha tercera cómoda en esa provincia, a mucha distancia del Frente que comparten el PJ, Unidad Ciudadana y el Frente Renovador y el Frente Progresista Cívico y Social (socialistas y radicales).

No se había terminado aún el recuento de votos cuando el Gobierno Nacional, por intermedio de Marcos Peña, le ordenó al presidente del PRO, Federico Angelini, bajar su candidatura para la interna santafesina, para dejar como único candidato al radical José Corral.

La decisión tuvo poco de heroica y mucho menos de elegante, y la declaración de Angelini, afirmando que está trabajando junto a José Corral "para ofrecer a los santafesinos la mejor alternativa de cambio para nuestra provincia", demostró a las claras que el cambio que exige la sociedad lo está buscando en la oposición o por el lado de la UCR. No por el de Cambiemos.

El acuerdo que se estaría cerrando dentro de Cambiemos Santa Fe le otorgaría al PRO seis de los diez primeros lugares en la lista de diputados provinciales y el Senador por Rosario, y Angelini encabezaría la lista de los Diputados Nacionales. También la Vice-Gobernación, donde probablemente su ubicará a la concejala rosarina Anita Martínez.

Sin embargo, este acuerdo de cúpulas encuentra resistencias a nivel de cada intendencia, donde radicales y pros desean organizar internas para definir cargos y candidaturas, a contramano del dedazo que se les pretende imponer desde más arriba.

Son los primeros estertores de una interna que tendrá que definirse en tiempo récord, debido a la estrechez de los plazos electorales. Y con un agregado: los números del PRO están en franco descenso en la provincia, a punto tal que el presidente Mauricio Macri ya alcanzó un 70 por ciento de rechazo en la ciudad de Rosario.

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