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La historia viviente

Producción rural, modernización económica e inmigración en el Litoral Rioplatense desde 1850

La ganadería vacuna presentaba varias alternativas mercantiles, como el saladero.

Por Mauro Luis Pelozatto Reilly (*), especial para NOVA.

En relación al dificultoso proceso de unificación política del Estado Nacional, marcado por los conflictos entre Buenos Aires y la Confederación, y entre las diferentes facciones políticas dentro de dichas jurisdicciones, se fueron sentando las bases para el proceso de unificación económica.

Es preciso marcar que la unidad jurídica alcanzada en 1862 no se tradujo automáticamente en la economía. No siempre los procesos políticos y los económicos fueron de la mano. Por ejemplo, en 1852, con el acuerdo de San Nicolás establecido por los gobernadores participantes, se fijaron, entre otras cosas, la supresión de las aduanas interiores, la abolición de los derechos de tránsito y la libre navegación de los ríos.

Este tratado fue claramente un gran antecedente para la unificación económica del país, sin que la unidad política se concretara, ya que bien sabemos que las tensiones que impidieron la consolidación de un verdadero Estado-Nación unificado se prolongaron por lo menos hasta la inclusión de la Provincia de Buenos Aires en la Confederación Argentina hacia 1862.

Además de estas medidas, contribuyeron al mismo objetivos algunos factores externos como por ejemplo la coyuntura favorable para la exportación de productos primarios provocado por la Guerra de Crimea (1853-1856), la cual enfrentó a potencias occidentales como Inglaterra y Francia con Rusia, que hasta ese momento había funcionado como principal proveedora de cereales de Europa Occidental. Situación que le permitió a nuestro país consolidarse como uno de los principales proveedores de lanas, cueros y cereales del mundo.

Además, lo que realmente la impulsó fue el importante efecto causado por la ‘‘Segunda Revolución Industrial’’, que para el crecimiento de la producción industrial masiva necesitaba de la obtención de un número mayor de materias primas, y de la aparición de nuevos enclaves comerciales en donde vender dichas manufacturas.

Así, a partir de este proceso, fueron tomando cada vez más importancia las áreas periféricas, como proveedoras regulares de materias primas y alimentos, y también como posibles mercados. Este fue sin dudas el caso de Argentina, y fundamentalmente la región pampeana-litoraleña, que se consolidó como gran productora y exportadora de carnes y cereales para el mercado europeo a partir de las décadas de 1850-1860, y que mantendría dicho rol a un nivel mucho más amplio bajo el Modelo Agro-exportador (1880-1930).

La economía argentina se fue adaptando lentamente a las necesidades demandadas por el mercado internacional, debido a que tuvo que realizar importantes ajustes en su estructura para poder responder a esta demanda tan considerable.

De aquí la formación de las primeras redes ferroviarias, la expansión territorial mediante la ocupación de tierras yermas, o la conquista sobre los aborígenes (sobre todo a partir de fines de la década de 1870), y el surgimiento de las primeras colonias agrícolas y ganaderas de importancia, muchas de las cuales estuvieron encabezadas por inmigrantes, los cuales empezaron a llegar a nuestro país considerablemente con dicha función desde mediados del siglo XIX.

Este fenómeno de ‘‘modernización’’ de la economía se desarrolló, a partir de las décadas de 1850-1860, en prácticamente todas las regiones del país, obviamente con mucha mayor intensidad en aquellas volcadas al frente Atlántico, es decir, más vinculadas al mercado internacional con los potencias occidentales. Sin dudas, en este sentido, la región más productiva fue el Litoral (incluyendo a la Provincia de Buenos Aires), debido en gran medida a sus extensas tierras muy ricas para la producción agrícola y ganadera.

Claramente esta fue una época conflictiva para la Provincia de Buenos Aires, en cuanto estuvo marcada por los enfrentamientos políticos entre las autoridades porteñas y los jefes locales de la Campaña, y en el interior del ‘‘Partido Liberal’’, más los problemas que ocasionaban los indígenas que avanzaban sobre las fronteras de la campaña débilmente protegidas por las autoridades.

Sin embargo, siguió siendo, con diferencia, la provincia más productiva de nuestro territorio, debido a sus extensas tierras productivas y la intensificación de la producción en las mismas, sobre todo para la cría del ganado ovino y la explotación del trigo, mientras que los derivados de la vaca (cebo, cueros, tasajo), pese a que no fueron los principales productos de exportación como en el período 1810-1840, siguieron en vigencia por lo menos hasta la introducción de los primeros frigoríficos en la década de 1870.

Ya en la década de 1820, el cuero y el tasajo eran los principales productos de la Provincia y principales fuentes de ingresos para la Aduana. Varios decenios más tarde, comenzaron a ser desplazados por el trigo y la lana, orientados a abastecer la robusta demanda del mercado internacional de la ‘‘Segunda Revolución Industrial’’. La cría del ovino fue la actividad principal entre 1850 y 1873, sobre todo con la introducción de razas de mejor calidad que producían mejor lana para el mercado y gracias a las enormes extensiones territoriales que poseía la campaña bonaerense. Esta actividad tendría su período de auge hasta la Crisis Económica de 1873, que produjo una considerable caída de los precios de la lana y los paños a nivel internacional. Aquel desarrollo del sector pecuario benefició económicamente a todos los sectores, pero principalmente a los grandes terratenientes y propietarios de cabezas de ganado.

La situación económica de la Confederación era diferente, donde la región más rica era la del Litoral, sobre todo las provincias de Entre Ríos y Corrientes, mientras que Santa Fe se encontraba económicamente muy debilitada por los daños que en ella habían causado las constantes guerras que se sucedieron entre 1810 y 1852 (despoblación, daños en el suelo, muerte de muchas cabezas de ganado, etc.). La idea de ‘‘modernización’’ económica, en función del aumento de la producción de productos primarios para abastecer a las demandas, fue la que llevó al Gobierno Nacional a encabezar una serie de reformas muy importantes a partir de este período, vinculadas a la construcción de ferrocarriles y la formación de las primeras colonias de inmigrantes.

Bibliografía y fuentes

Archivo General de la Nación. Memoria del Ministerio del Interior. Buenos Aires, 1863, 1864, 1865, 1868, 1869, 1870, 1871-1872 y 1873.

Halperín Donghi, T. El espejo de la historia. Problemas argentinos y perspectivas hispanoamericanas. Buenos Aires, Editorial Sudamericana.

Devoto, F. Historia de la inmigración en la Argentina. Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 2009.

Ramella, F. Por un uso fuerte del concepto de red en los estudios migratorios. En: Bjerg, M. y Otero, H. Inmigración y redes sociales en la Argentina moderna. Tandil, Cemla-Iehs, 1995.

Gorostegui de Torres, H. Argentina: la organización nacional. Buenos Aires, Paidós, 1984.

(*) Profesor en Historia (Universidad de Morón) y Especialista en Ciencias Sociales con mención en Historia Social (Universidad Nacional de Luján). Actualmente se encuentra finalizando la tesis de Maestría en Ciencias Sociales con mención en Historia Social en la misma institución. Se desempeña como docente en la materia Historia de América I, de la carrera de Profesorado en Historia (Universidad de Morón), y en Seminario de Investigación I y II, de la carrera de Licenciatura en Historia (Universidad Nacional de La Matanza). Escribe regularmente para varios diarios locales de Buenos Aires y otras provincias argentinas (Entre Ríos, Santa Fe y Santiago del Estero), y todos los meses para la Revista Raíces (Uruguay). Ha publicado artículos de investigación histórica en varias revistas académicas del país y del exterior, en países como Chile, Costa Rica, España, Guatemala, México y Uruguay. Especializado en varios temas de Historia Colonial, también ha disertado en distintos institutos superiores de formación docente y universidades públicas y privadas.

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