Interior
Lo que sigue a los querer, creer, crear

Tres nuevos murales en Hughes, Elortondo y Carreras

En Hughes, el mural vino a ponerle acento y color a una celebración: el centenario.

Tres nuevos murales, en Hughes, en Elortondo y en Carreras, en el sur santafesino, han sido pintados como parte de las actividades posteriores al encuentro del programa Querer, Creer, Crear realizado en Villa Cañás. La tarea de pintar un mural en cada una de esas localidades (hace unos meses se había hecho lo propio en Teodelina, Villa Cañás y Santa Isabel) moviliza a ciudadanos de todas las edades en pro de una tarea asociativa y creativa que, al cabo de dos o tres jornadas, plasma en las paredes sueños y metáforas de una comunidad.

Vale recordar que el Querer. Creer. Crear celebrado en Villa Cañás convocó oportunamente unas quince mil personas, que apreciaron durante tres días los trabajos de gente de las micro regiones D y E de la Región 5, Nodo Venado Tuerto: Carmen, Carreras, Chapuy, Elortondo, Hughes, Labordeboy, María Teresa, Melincué, Santa Isabel, Teodelina, Villa Cañás y Wheelwright. Es un programa llevado adelante por la Secretaría de Programación Sociocultural y Educativa del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe que pone en valor los bienes y servicios culturales de cada una de las microrregiones y procura articular redes de gestión.

Ana Julia Baviera, secretaria de Cultura de Elortondo, es además artista plástica y no vaciló a la hora de sumarse al trabajo que una veintena de entusiastas había emprendido en los altos tapiales que se encuentran frente a la Plaza del Milenio. En dos días se pintó una gran pared, en “ele”, de unos veintiocho metros lineales. “Quisimos que en el mural estuvieran representadas las cuatro estaciones y también los cuatro elementos, pero había una idea básica: mostrar los caminos por los que llegaron a Elortondo los primeros pobladores: entonces están los barcos, están las vías, están todas esas sendas”, cuenta Ana Julia.

Además rescata, como todos los que participan de esta experiencia, aquello que se vive en torno a la pintada, y que tiene que ver con todos los que se acercan a arrimar un mate, un pastelito o un pedazo de torta.

En Hughes, el mural vino a ponerle acento y color a una celebración: el centenario. En 2015 Hughes cumplirá cien años y desde ahora se están realizando y organizando actividades celebratorias. “El mural está estupendo, porque anuncia el centenario, está hermoso y en un lugar visto por todos”, dice Olga Lafagui, secretaria de Cultura de la ciudad.

Un inmenso número 100 está pintado entonces en las grandes paredes de un viejo galpón ferroviario, ahora reciclado por la Comuna para actividades culturales, sobre la calle Felipe Hughes. “Fue una tarea maravillosa, con apenas un boceto realizado la noche anterior al inicio de la actividad. Yo calculo que unas cincuenta personas participaron del mural, que estuvo listo en tres días y que, claro está, cuenta nuestra historia”, apunta Olga.

Sergio Huber, “un pintor de brocha gorda, de paredes”, según se define él, pasó azarosamente por el lugar donde se pintaba el mural de Carreras, en una pared de una estación de servicio que pertenecía a la cooperativa del pueblo. Y allí se quedó. “Es que me gustó mucho la idea y todo lo que ahí se estaba gestando -dice Sergio-.

Y finalizá diciendo: “Pintamos una gran locomotora que viene andando, por los 125 años del pueblo, y alrededor de esa locomotora todas las actividades laborales, sociales, y deportivas”. Una locomotora, una espiga, un aniversario, un deporte, un encuentro comunitario en paz. Estos murales parecen decir, todos, la misma cosa: contar la historia propia, reciclar los sueños, pintar los anhelos.

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