Binner calificó a la situación energética de la Argentina como “crítica”, debido a que debe enfrentar “un déficit cercano a los 14.500 millones de dólares anuales producto de haber perdido la soberanía energética, con el agravante de que la producción de petróleo y gas convencionales sigue cayendo año tras año”.

“La posibilidad de Vaca Muerta, a partir del gas y el crudo no convencional, debería ser una oportunidad para avanzar en consensos y no para no repetir errores del pasado que “nos llevarán a profundizar el fracaso y sus consecuencias serán aún peores”, afirmó el dirigente.

“La ley que propone el poder Ejecutivo, no es más que la mera prórroga de los contratos vigentes, con las mismas empresas y los mismos actores que nos han llevado al fracaso. Y lo que es peor aún: favorece la concentración y habilita mecanismos para prorrogar esas concesiones a perpetuidad”, opinó el diputado. Además criticó límite del 12% de regalías (inferior al 20% de piso que tienen otros países como Brasil, Bolivia, Colombia y Ecuador), como así también la ausencia de controles de productividad, la baja carga impositiva, la libre exportación y la eliminación del pago de retenciones.

Por otra parte, Binner puso la lupa sobre la cuestión ambiental y afirmó que la ausencia de obligaciones y compromisos en ese sentido podría “conducir a un impulso de la explotación no convencional, que de realizarse sin controles, podría causar graves daños ambientales y, sin duda, conflictos sociales”. Por este motivo solicitó abrir mecanismos de participación ciudadana para llevar transparencia, tranquilidad a la población y permitir el control de las explotaciones. “Estamos hablando de recursos valiosos como la tierra y el agua, que debemos proteger si queremos ser un país productivo, con empleo y desarrollo”, sentenció. Además lamentó que la norma desconozca los derechos de las comunidades originarias previstos en el Convenio 169 de la OIT, que prevé su consulta y consentimiento para avanzar en este tipo de emprendimientos.

En otro pasaje de su intervención, el ex gobernador de Santa Fe defendió la necesidad de “no descuidar la producción de crudo y gas de manera convencional mientras se explora Vaca Muerta, al mismo tiempo que invertir en generación hidráulica, nuclear y sobre todo en las fuentes renovables”. Y afirmó: “La eficiencia energética también debe ser una política de Estado porque en definitiva el ahorro es también una fuente”.

Binner también dedicó un párrafo a YPF y recordó que en los 90 el socialismo resistió casi en soledad su privatización, entendiendo que “vender nuestro petróleo era rifar nuestra soberanía, y con ella nuestro futuro”. “Parte de la situación actual es consecuencia de aquel error histórico”, sintetizó para luego agregar: “YPF es un símbolo de la Argentina, es la energía que impulsa nuestra bandera, una marca que está profundamente arraigada en nuestra historia y nuestra cultura. Queremos que sea un actor importante de la recuperación del autoabastecimiento energético. También que sea una empresa eficiente, cuidadosa del medio ambiente, y transparente, por lo que debe ser alcanzada por los controles la Auditoría General de la Nación”.

Asimismo valoró el trabajo que vienen desarrollando los ex secretarios de Energía, “quienes nos han demostrado que a pesar de sus pertenencias políticas han sabido construir consensos y aportar soluciones para recuperar nuestro autoabastecimiento”.

“Este gobierno y estas mayorías parlamentarias son circunstanciales. No está en juego aquí el futuro de este gobierno y ni siquiera el del próximo. Estamos definiendo políticas para varias décadas, perdiendo la oportunidad de consensuar un proyecto de país, con la energía necesaria para su desarrollo, para una industria potente que genere empleo y para que podamos disfrutar en nuestros hogares del confort que nos ofrece la modernidad. Para lograrlo necesitamos acuerdos y consensos en políticas adecuadas, esas que hoy están ausentes del debate”, finalizó.